Lezama: Los animales más finos

Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño, cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos: antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados, parecen entre sueños sin ansias levantar los más extensos cabellos y el agua más recordada.
             Ah que tú escapes (Enemigo Rumor)

Presentación:

Los humanos representaron animales desde sus albores culturales. Con mezcla de temor, naturalidad y veneración quedó plasmada la huella de una relación con el entorno que se fue trasformando hasta hacerse depredadora, destructiva. A la conciencia sobre lo representado y la forma de hacerlo le denominaron con el tiempo “arte”, una actividad que ha reflejado como pocas el difícil camino transitado; desde la plasmación minuciosa y sintética, resultado de la observación de un medio en el que debían sobrevivir, hasta la trasformación mítica o realista, muchas veces terrorífica, de mundos que tenían que ser conquistados con fuerza, voluntad y sentido de la apropiación. Por desgracia, esta última dirección ha marcado predominantemente la relación con un planeta al que hemos rebasado. La dinámica vital de las personas y los animales es un ejemplo de lo anterior: de la coexistencia a la domesticación, del cultivo a la matanza indiscriminada, han devenido los segundos (como casi todo) en sujetos-objetos de uso y descarte. 

La poesía de José Lezama Lima devuelve constantemente aquel antiguo sentido de reverencia. Increíblemente se observa ya en sus primeros poemas una animalia profusa y rica en simbolismos. Desde el inaugural Muerte de Narciso podemos descubrir un amplio desfile de especies que llega a la apoteosis en el poema Para llegar a la Montego Bay donde muestra una corte de tapires, tucanes, murciélagos, delfines, jirafas en las más imprevistas e inusitadas apariciones. No es de extrañar que su microcosmos hogareño estuviera poblado de ellos en la forma de disímiles objetos de arte, casi todos debidos al ingenio de artistas populares anónimos. Poca información ha quedado de la procedencia de la mayoría de estas piezas: no se sabe a ciencia cierta si las compró o fueron obsequiadas, como sí puede decirse de la obra pintada expresamente para él por Mariano Rodríguez o del plato de mariposas regalado por la poetisa Fina García Marrúz.  De cualquier manera, lo importante es el hecho testimonial, su sentido como huella personal de un pequeño hábitat construido desde la plena consciencia cultural y de la poesía. 

Habría que oír la queja de Lezama ante la alerta medioambiental global. Solo podemos imaginarla a través de esta exposición que recuerda su insistencia en la necesaria veneración.

Israel Díaz Mantilla. Director de la Casa Museo José Lezama Lima.


Mariano Rodríguez: El gallo japonés o Pelea de gallos, 1951. Óleo/tela. 63.5 x 84cm 

La hoja viene al círculo hecho por la mano;
forma el gallo verde en la combustión piramidal gallito que no quiere ir a la cruz del círculo.
             Venturas criollas (Dador)


Plato decorativo con motivo de gallos. Manufactura asiática, siglo XX. Porcelana.  ø23cm

Gallo. Manufactura asiática, siglo XX. Madera tallada y cuentas de vidrio. 12.5x10x6cm

Sacude la lluvia al gallo intempestivo
y muestra el maíz como un ojo de venganza.
                                   El encuentro (La Fijeza)


Plato decorativo con motivo de mariposas. Manufactura asiática, siglo XX. Porcelana.  ø26.5cm

Son así los rostros engreídos que van del anfiteatro a la colina,
muestran un deseo que no pregunta por las vísperas con tatuajes de mariposas.
La fiesta de trojes (La Fijeza)


Plato con motivo de pavo. Manufactura inglesa, siglo XX. Porcelana, decoración de calcomanía. ø27cm

Un pichón gordo resbala.
Un alambre su cresta enarca,
el pichón dobla la escala
y exhibe su modorra parca
en las lecturas zodiacales,
pavón de atrévetes formales.
El retrato ovalado (Aventuras Sigilosas)

Ciervo (gamo). Manufactura asiática, siglo XX. Madera tallada y cuentas de vidrio. 20.5x14x7cm

Pero solo el gamo oye la noche de la ciudad,
la sábana que se estira hasta llegar al trineo.
Oye la muerte el gamo y corre alegre.
El gamo, asustado y temblón,
gusto de la noche placentera.
 Telón lento para arias leves VI 
(Poema no publicado en libros)


Plato decorativo con motivo de ciervo. España, siglo XX. Manufactura de Talavera de la reina. Cerámica vidriada.  ø35cm

Bandeja decorativa con escena de caza (perro y ciervo). Manufactura europea, principios del siglo XX. Peltre. 33.5x48cm

El frío se aclara en el miedo.
Frío entre los perros,
flujo en la crecida de la medianoche,
allí donde lloró el antílope.
Entre dos puertas (Poema no publicado en libros)


Bandeja decorativa con escena de caza (perros). Manufactura europea, principios del siglo XX. Peltre. 33.5x48cm

Plato decorativo con motivo de grifo. España, siglo XX. Manufactura de Talavera de la reina. Cerámica vidriada.  ø35cm

Osos (conjunto de 6). Manufactura asiática, siglo XX. Madera tallada y cuentas de vidrio. Medidas variables desde 7x9x4cm

Buey. Manufactura asiática, siglo XX. Madera tallada. 10x10.5x5.5cm

La prueba del desierto se llenaba de innumerables bueyes blancos,
que conversaban con los que habían sacado el misterio de las aguas;
la tierra, evaporada por la solitaria conjugación del verbo,
entre el círculo mayor y el menor, enloquecida o titánica vuelve.
Para llegar a la Montego Bay (Dador)


León. Manufactura asiática. Madera y cuentas de vidrio. 6x10x4cm

Cabezas de caballo (conjunto de dos). Siglo XX.  Piedra. 16x13.5x7.5cm

Un cuello de caballo surgiendo 
a cada vuelta del círculo de hollín.
Dejos de Licario (Poema no publicado en libros)

Ardilla y vid. Manufactura asiática. Piedra tallada. 15x23x7cm

Como ardilla que rueda y no se empaña,
las dulces bien medidas diversiones,
persigue doblado en mitad de la campaña,
el velo que excita, descubre las interjecciones.
Primera glorieta de la amistad 
(Para Fina García Marruz) (Dador)


Gato. Siglo XX. Biscuit. 11x7.5x5.5cm

Se entrega el tejado frío
al gato escarbando y no 
tiene ironía el río
que de la flecha burló.
Aparece Quevedo (Dador)


Pez. Manufactura asiática. Madera y cuentas de vidrio. 4.5x13x9cm

Hojosa plata la noche reconstruye
sus agallas, cavernas de luz amarilla
en coágulos de fango se zambulle.
Frío el ojo del pez nos maravilla.
Pez nocturno (Enemigo Rumor, II Sonetos infieles)


Reproducción de figura precolombina (sapo). México, siglo XX. Terracota. 7x11x18cm

… la lluvia pone su gusano sobre las hojas, y las hojas quieren saltar la emoliente cabalgadura del gusano, y no puede. Jamás. Retrocede y no puede. Ícaro, sapo, no y escóndete, vuelve y empieza, no toques nada, sapo, Ícaro.
El guardián inicia el combate circular (Aventuras Sigilosas)


Figura de ave. Manufactura asiática, siglo XX.  Piedra tallada. 12.5x7.5x4.5cm

El pájaro transporta otra esbeltez de otra hoja: la diagalanza. Se establece por la abandonada cordillera de los mármoles sucios de brea y laminadas preguntas que aplastaron al gusano de sueño ancho caminando por cien sueños.
                           Aguja de diversos (Dador)

Dragón. Manufactura asiática, siglo XX.  Piedra tallada. 14x22x18 cm

Asceta iluminado. Manufactura asiática. Piedra tallada. 10x15x5.5cm

Las estalactitas o la unión de lo invisible, la coherencia de lo inasible y lo inaudible, son sorbidas gota a gota por el Emperador Amarillo. Los cuatro colores fundamentales rotan desde el verde dragón inasible hasta el tigre blanco (…)

Las eras imaginarias: La biblioteca como dragón (La cantidad hechizada)


CRÉDITOS

Curaduría: Israel Díaz Mantilla, Isis Leyva Acosta.

Investigación literaria, corrección de estilo y edición: Isis Leyva Acosta.

Diseño y concepto infoeducomunicativo: Vladimir Hernández Hernández.

Conservación, digitalización y fotografía: Manuel Chicok Barreda, Silae Coello Montané, Yasmina Dolz Domínguez.

Producción: Vladimir Hernández Hernández, Yasmina Dolz Domínguez. 



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