Presentación
La novela Paradiso es la obra más conocida de José Lezama Lima. Célebre por su complejidad y hermetismo, el texto ha sido comparado con un retablo barroco por su riqueza de sentidos y referencias visuales. El escritor construye la narración desde un horror al vacío que intenta llenar todos los “espacios” narrativos, donde coexisten en diferentes planos entrecruzados descripciones ficcionales y otras casi literales. El mundo poético lezamiano descarga en la obra todo su potencial imaginario, pero al mismo tiempo conserva un anclaje a lo real cotidiano y lo biográfico.
Es conocida la presencia de anécdotas familiares verídicas en los primeros capítulos y también el carácter de alter ego de sus tres personajes principales. Así aparecen en el relato de la formación de José Cemí y su trayecto para alcanzar la sabiduría universal, algunos objetos que formaron el mundo cotidiano del autor. Unos fueron herencia familiar, otros los adquirió directamente en las tiendas habaneras de antigüedades o los recibió como regalo. Al azar o conscientemente, fue poblando su mundo tangible de acicates para hacer volar la imaginación y el espíritu.
Para Lezama la asociación creativa entre la visualidad y la palabra estaban en la base de lo poético. Y este ejercicio aparece reflejado desde los primeros avatares narrativos de Paradiso. Cuando la matriarca familiar, doña Augusta, compra objetos que muchas veces rebasan sus posibilidades económicas, realiza el ritual asociativo que prenderá la chispa de la poesía en su nieto. Ya joven, Cemí siente el mismo candor coleccionista y sus pequeños, modestos objetos, le sirven para ir construyendo la imagen poética que luego se convertirá en metáfora, en revelación.
Recorriendo el arduo camino de la obra conducidos por sus objetos, descubrimos un itinerario posible que parte de los recuerdos familiares hacia la plena conciencia existencial de un poeta. Lezama nos impulsa desde la mención elemental donde el referente visual se limita a solo algunos rasgos distintivos del objeto, hasta la minuciosidad descriptiva que puede detenerse en el minúsculo tornillo sujetando el ala de un ángel de bronce. La plenitud del procedimiento narrativo se alcanza en el capítulo doce, allí aparece, desaparece y reaparece la “jarra danesa” como leitmotiv de la historia del niño que tiene un encuentro con él mismo ya adulto regresando del futuro para devolverle el objeto roto de su infancia.
Paradiso es un complejo y profundo retablo; sí, un reto aún para los lectores más pacientes porque hace difícil el avance al desenlace final, pero no impide a los más osados y curiosos sumergirse en una historia llena de matices, de objetos y belleza poética. Proponemos visitarla a través de esas piezas, habitantes de las salas de un museo real, convertidas gracias a la magia verbal en personajes de una trama que pretende ejemplificar la transmutación de la materia significante en espiritualidad.
Israel Díaz Mantilla
Director de la Casa Museo José Lezama Lima
Fragmentos de la novela Paradiso donde se mencionan las piezas (pdf)
Cofre decorativo. Manufactura europea. Siglo XX. Bronce y fibra textil. 8x13x7cm
José Lezama Lima, década de 1940, en el estudio de su casa de Trocadero. A la derecha se aprecia el “cofre alemán” colocado sobre el buró. Fotografía de autor no identificado
Conjunto decorativo: Limosneras. Manufactura desconocida. Finales del siglo XIX o principios del XX. Mayólica. 67x31x23cm
La mayólica o maiolica en italiano, es una técnica de alfarería consistente en la cocción del barro al estaño y su decoración con óxidos metálicos pintados sobre el vidriado, cuyos orígenes se remontan al Renacimiento. Su empleo tomó tal auge que dio nombre a este tipo específico de cerámica. A finales del siglo XIX y principios del XX tuvo en Alemania uno de sus principales centros productores durante pleno apogeo del estilo Art Nouveau. Estas realizaciones se pusieron de moda en occidente por esa época y Cuba no constituyó una excepción; muchos hogares con recursos exhibieron en sus salones estas piezas. Es posible que la anécdota reflejada desde la ficción de la novela Paradiso tuviera un anclaje en la realidad familiar de los Lima-Rosado, ancestros maternos de Lezama.
Limosneras. Detalles
Vista actual de la pieza Limosneras en su emplazamiento original de la casa Trocadero 162 bajos
José Lezama Lima, década de1960, en la sala de su casa de Trocadero. Al fondo se aprecia la pieza Limosneras. Fotografías de autor no identificado
Conjunto decorativo: Venus y Cupido. Manufactura Vion & Baury, París. Siglo XIX. Porcelana. 23x23.2x15.2cm
Vion & Baury fue una de las manufacturas que realizaron porcelana dentro la región de París durante el siglo XIX. En la técnica del biscuit produjeron un amplio catálogo de diseño que cubrió gustos decorativos de la burguesía finisecular. Muchas de sus piezas se exportaron a regiones de todo el mundo y mantuvieron su vigencia aun bien entrado el siglo XX. La pieza descrita por Lezama en los primeros capítulos de Paradiso es representativa de las líneas estéticas de la marca: visualidad neorococó, colores pastel, bases con rocallas y elementos vegetales. Como dato curioso vale señalar que el novelista cambia la grafía de la firma presente en el borde frontal por Baudry lo cual, es de suponer, responde a un error memorístico, visual o editorial, más que a una intención expresa.
Venus y cupido. Detalles
Vista actual de la pieza Venus y Cupido en su emplazamiento original
José Lezama Lima, década de 1940, en el estudio de su casa de Trocadero. En segundo plano se aprecian el “cofre alemán”, el conjunto de Venus y Cupido y la copa de plata colocados sobre el librero. Fotografía de Julio Berenstein.
Figura decorativa: Ángel. Manufactura europea. Fines del siglo XIX o principios del XX. Bronce. 23.5x9.5 x10cm
José Lezama Lima, década de 1960, en el estudio de su casa de Trocadero. En segundo plano se aprecian el ángel y la bacante. Fotografía de autor no identificado
Copa. Manufactura mexicana. Siglo XX. Plata repujada. 13xø8cm
Figura decorativa: Ciervo. Manufactura asiática, siglo XX. Madera tallada con incrustaciones de vidrio. 20.5x14x7cm
Una de las posibles agrupaciones apreciadas por el personaje José Cemí en la novela Paradiso
Cofre con motivos incaicos. Manufactura sudamericana. Siglo XX. Plata repujada. 3x10x6.5cm
Detalles del cofre con motivos incaicos
Figura decorativa: Palas Atenea. Manufactura desconocida. Siglo XX. Pasta de marmolina con pátina. 26x7.5x6.5cm
Mascarillas decorativas. Manufactura asiática. Siglo XX. Madera tallada con incrustación de hueso. 13x7x4.5cm (mascarilla femenina), 16x8.5x5 (mascarilla masculina)
Figura decorativa: elefante. Manufactura desconocida. S XX. Resina sintética. 8x11.5x4.5cm
Figura decorativa: oso (integrante de un conjunto de seis piezas). Manufactura asiática. Siglo XX. Madera tallada con incrustaciones de vidrio. 7x9 x4cm
Tabaqueras con litografías de tabaco (conjunto de dos): Fábricas La Sopimpa Habanera y La Granja. Cuba, siglo XIX. Madera y litografía sobre papel. 16xø7.5cm
Las litografías para marcas de tabaco proliferaron a mediados del siglo XIX en Cuba cuando la isla se convirtió en líder de la producción tabacalera. El desarrollo de la industria litográfica estuvo estrechamente ligado al empleo extensivo de habilitaciones para las cajas de tabaco; este tipo de grabados alcanzó alto grado de perfección técnica y echó a volar la creatividad de los artistas que diseñaron sus imágenes. Los recipientes cilíndricos que poseyó Lezama, ferviente consumidor de puros habanos, constituyen un magnífico ejemplo de las estampas tabacaleras coloniales. Aunque no exhiben el colorido y la profusión de dorados característicos del estilo predominante, sí ostentan el delicado y minucioso dibujo que también contribuyó a convertir estas piezas en objeto de colección. Sus imágenes le sirvieron a Lezama Lima para reflejar, desde la narrativa, una personal y poética visión de la impronta del tabaco en la cultura cubana.
Detalles de tabaquera de la fábrica La Sopimpa Habanera
Detalles de tabaquera de la fábrica La Granja
Vaso decorativo. Manufactura de Nymolle, Dinamarca. 1960ca. Decorador: Paul Høyrup. Porcelana. 22.5xø8.5cm
En Nymølle, población del municipio de Allerød perteneciente a la región capital de Dinamarca, cobró auge la porcelana artesanal durante todo el siglo XX. Su manufactura, que tomó el nombre de la localidad como marca, acogió en sus diseños la tradición popular caracterizándose estos por la preponderancia de colores verde y azul pálido con dibujos lineales negros muy profusos y detallados, pero armoniosamente balanceados. Este recargado detallismo quizá incentivó a Lezama Lima para escoger su vaso de cerámica Nymølle como leitmotiv literario del difícil capítulo doce de su novela, donde en una de las historias aparece la “jarra danesa” descrita casi con exactitud.
Detalle de la inscripción de manufactura y firma del decorador en el fondo del vaso
Créditos:
Curaduría: Israel Díaz Mantilla, Isis Leyva Acosta.
Diseño y concepto infoeducomunicativo: Vladimir Hernández Hernández.
Corrección de estilo y edición: Isis Leyva.
Conservación, digitalización y fotografía: Manuel Chikoc Barreda, Silae Coello Montané, Yasmina Dolz Domínguez.
Producción: Vladimir Hernández Hernández, Yasmina Dolz Domínguez.
Asesoría: Lidis Nuvia Rodríguez Díaz.
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